Charlie no es un ejecutivo, ni siquiera es un broker, Charlie es un drogadicto reconvertido en ultramaratoniano. Hace unos años consiguió, junto con dos amigos, cruzar por primera vez el Sáhara de un lado a otro. Tardaron 111 días y su gesta se grabó en una película producida por Matt Damon: “Running the Sahara”.
El delito de Charlie no fue llevar a una empresa a la ruina por tomar decisiones excesivamente arriesgadas, ni dejar a la gente sin dinero o sin casa mientras él se forraba con las acciones. El delito de Charlie fue tener un broker que mintió a la hora de declarar qué podía pagar y qué no podía pagar.
En EEUU una de las principales causas de la crisis fueron los llamados “liar loans” (algo así como “préstamos mentirosos”). Esos préstamos se daban a usuarios simplemente basándose en lo que decían que podían pagar. El prestamista no miraba ni declaraciones de impuestos, ni nóminas ni nada. Simplemente le hacía firmar un papel que decía que lo podía pagar.
Es algo que mucha gente, entre ellos el broker de Charlie, utilizaron para especular. Pides un crédito al banco que no puedes pagar, con él compras una casa, luego la vendes por una cantidad mayor y así te sacas un dinero. El fallo del sistema vino cuando las casas dejaron de valer más dinero para pasar a valer menos.
El problema de Charlie empezó cuando un inspector de Hacienda vio la película de la que era protagonista y pensó “¿cómo un tipo sin trabajo puede entrenar para esto?”. Así que decidió investigar. Para ello miró hasta en los cubos de la basura a ver si encontraba algo que le incriminase. No fue así. Charlie en aquel momento, aparte de lo que había ganado especulando, tenía ingresos por valor de 50.000 dólares al año que provenían de dar conferencias sobre su vida y además era productor de Extreme Makeover, un programa de éxito en la televisión americana.
Como el inspector no encontró nada pero, por alguna razón, estaba obsesionado con Charlie, decidió enviar una agente de incógnito para que ligase con él a ver si podía sonsacarle algo. Tras un par de citas, consiguió que Charlie comentase:
Tuve un par de “liar loans” muy buenos. Ya sabes, a mi broker no le importó escribir que ganaba 400 millones de dólares al año cuando sabía que no era así. Todo el mundo lo hacía porque era la forma de actuar. Pero no estoy orgulloso de ser una pequeña parte del problema.Gracias a esa “confesión”, en la que, en realidad, sólo dice que su broker hizo algo pero no se autoinculpa de nada, y a otra que se supone que hizo en el asiento trasero del coche de policía que él niega y de la que no hay pruebas, el jurado le encontró culpable y el juez le sentenció a 21 meses de prisión.
Lo interesante es que el principal testigo de la acusación es el broker, quien se había declarado culpable de fraude inmobiliario y tras el juicio ha visto su pena reducida considerablemente. Pero lo más gracioso, sin duda, es que el jurado consideró a Charlie culpable de fraude inmobiliario pero no de dar información falsa al banco, lo que sería más plausible dadas las pruebas contra él.
Como el propio Charlie cree, es probable que el fiscal convenciese al jurado de que había hecho algo malo pero no dejó claro el qué, así que decidieron condenarlo por uno de los dos cargos sin tener mucho en cuenta cuál.
Tristemente, también en EEUU, y a pesar de lo que mucha gente cree, cuando salga de prisión no le bastará con devolver las llaves de las casas que le quedan. Tendrá que pagar 625.000 dólares al que le dio la hipoteca. ¿Adivináis para quién será ese dinero? ¡Exacto! Countrywide, la empresa de Angelo Mozilo.
que blog tan aburrido solo cortas y pegas información de otros sitios saludos pero espero que no lo tomes a mal solo mejora y de seguro tendrás mas seguidores ................
ResponderEliminargggpatrizi